CALLA CALLA MARIFÉ

hasta la peineta!

24.2.05

En realidad no se necesita tanto para ser feliz. Un pequeño detalle puede alegrar el día. Por eso yo siempre procuro sonreír a aquellos con quienes me cruzo en la calle, el metro... Una sonrisa no cuesta nada y reconforta a aquel que la recibe. Una sonrisa sincera, con el corazón en los labios y la intención en la mirada. Una sonrisa franca y abierta, desinteresada, sin gato encerrado ni segundas interpretciones. Una sonrisa espontánea, con todos los músculos de la cara, sin que sea un esfuerzo. Una sonrisa desnuda de todo lo malo que conlleva la vida.

2 Comments:

At 5:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

¡yo me puedo enamorar de una sonrisa!

 
At 9:56 a. m., Blogger La Marifé said...

te creo, ojos, te creo!

 

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